6 jun 2012

Crónica de la graduación

El día ya comenzó extraño, ese uno de junio de 2012 tan difícil de olvidar ya. Veías las caras de las personas con las que has pasado tanto tiempo, con las que has compartido todo tipo de sentimientos y experiencias y piensas “¿realmente esto se acaba?”… pues sí, todo acabó. Sientes mucha alegría y satisfacción por haber terminado una etapa importante de tu vida, en parte, sabes que te has hecho mayor, que ahora tu vida se va a llenar de responsabilidades y problemas y es lo que te lleva a tener miedo y a pensar que dónde mejor que en casa, con los tuyos y en tu instituto. Ves a tus compañeros, muchos de ellos con unas notas estupendas, otros que se quedarán en el camino y los dejarás atrás, por unos te alegras y por otros sientes rabia por no poder compartir esa noche especial de la misma manera. Hemos compartido el día a día de miles de formas y probablemente nos vallamos a echar mucho de menos, aunque deseáramos fuertemente irnos de Alcalá.


Hemos vivido juntos los esfuerzos y agobios y también compartimos unidos esa gran noche del principio de nuestra vida. Ha sido un año duro, pero ya terminó y tras todo el esfuerzo hacía falta una buena fiesta y una gran enhorabuena para todos. Hasta el tiempo, ese amigo del que tanto temíamos, nos acompañó en ese día tan importante de nuestras vidas. Compartimos juntos sonrisas, lágrimas, fotos… Creo que el ambiente que se vivió no podía ser mejor, aunque si echábamos de menos a profesores, bueno, a amigos grandes y maravillosos que nos han sabido llevar por este camino y educar, supongo que quien lea esto sabe a quién me estoy refiriendo y por ser así como es y por lo mucho que se ha preocupado por nosotros ¡GRACIAS! Por parte de todo el alumnado de segundo de bachillerato.


La cantidad de gente que asistió al acto, las completas y maravillosas memorias que se leyeron, que causaron más de una lágrima y el espíritu de los alumnos y profesores fueron un estupendo marco para finalizar esta fase. No me olvido de la fiesta, ¡qué fiesta!... todos juntos, bailando, cantando, gritando hasta perder la voz, todo fue estupendo y supongo que ahí se resume todo (teniendo en cuenta que no recuerdo mucho más de la noche, refiriéndome a la parte de la fiesta…). Yo hoy me siento orgullosa de todos, espero que vosotros también los estéis de vosotros mismos por ser quien sois y haber llegado hasta aquí, ya tenemos mucho realizado pero aún nos queda más por realizar así que... ¡ánimo!


No ha sido un adiós, sino un hasta siempre. ¡Suerte a todos y pasad un buen verano! ;)