Por fin puedo decir: “he acabado segundo de bachillerato”, por fin ha terminado esto, este
curso, que al final se convirtió en una pesadilla de la que parecía imposible escapar. Hace
apenas una hora me he enterado de que he aprobado la única asignatura de la que tenía
dudas.
¿Cómo me siento? Estoy feliz, de haber conseguido superar este gran escalón, que aunque
a simple vista parece fácil, no lo es. Estas últimas semanas han sido de gran tensión para la
mayoría de nosotros, y en especial esta última: la semana de las recuperaciones, en la que
muchos nos jugábamos el trabajo y esfuerzo de DOS años de nuestras vidas.
Durante este año no solo hemos adquirido conocimientos teóricos, sino también prácticos,
hemos madurado. Yo personalmente me he dado cuenta de que hay cosas por las que me
preocupaba que no son tan importantes, y que al fin y al cabo dan igual. He aprendido a
valorar más que tengo una familia maravillosa, unos padres que se desviven por mí, que sufren
más que yo misma por todo lo que me pasa.
En resumen podemos decir que este ha sido un año sino un año intenso, para mí, el más
intenso de mi vida. Hemos experimentado todas las emociones y estados anímicos posibles.
Hemos sentido frustración, desesperación, hemos llorado,... Hemos sentido felicidad, alegría,
euforia. Hemos reído, nos hemos sentido orgullosos de nosotros mismos.
Ahora, solo puedo desear mucha suerte a todos.
